Feligreses cochabambinos partieron la noche del jueves en caravanas hacia el Santuario Nacional de la Virgen de Copacabana, ubicado en la localidad del mismo nombre, a orillas del lago Titicaca, en La Paz.
Durante los días 15, 16 y 17 de noviembre, los feligreses cochabambinos se unieron en una celebración en honor a la Virgen de las Flores. La festividad, que combina el fervor religioso con el turismo, atrajo a peregrinos de diversas partes del país, quienes llegaron para agradecer y pedir favores a la “mamita milagrosa”, como se refiere Amparo Zeballos a la imagen.
Zeballos es una devota que ha asistido durante tres años consecutivos. Expresó su alegría: “Conocer a la mamita y llegar hasta sus pies es una alegría para mí; cada año regreso con toda la fe para agradecer los favores y pedir nuevas peticiones”.
El ambiente en la iglesia se llenó de color y aroma, ya que los feligreses ofrecieron más de 500 rosas como símbolo de gratitud. Mariel Rengel, quien trajo las flores desde Cochabamba, comentó: “Este año traje más de 500 rosas en modo de agradecimiento a los favores recibidos”.
Además de las ofrendas florales, la festividad estuvo marcada por rituales tradicionales que incluyeron la ch’alla de vehículos. Los conductores, como Miguel Siles, buscaron bendiciones para sus autos, vertiendo bebidas alcohólicas como cerveza, vino y champán, y pidiendo protección en sus viajes. “Vine a hacer bendecir mi autito para que siempre viaje con bien”, afirmó.
Este evento no solo se limita a la devoción local, ya que la Virgen de las Flores de Copacabana también es venerada en Perú, país vecino, donde la festividad central se celebra del 4 al 6 de agosto. La primera gran festividad, en Semana Santa, atrae a miles de peregrinos que caminan alrededor de 150 kilómetros desde La Paz hasta Copacabana, consolidando el lugar como un centro de fe y turismo religioso.
La cercanía de Cochabamba a la ciudad de Copacabana, a poco más de tres horas en autobús desde La Paz, convierte a la región en un destino atractivo para aquellos que buscan explorar las islas del lago Titicaca y participar de esta rica tradición cultural y espiritual.
Cochabamba turismo
Miguel Siles concluyó: “La ciudad es una puerta de entrada para atractivos turísticos como la Isla del Sol y la Isla de la Luna, lugares sagrados para los aimaras, los incas y los pueblos originarios de la región, al igual que para nosotros los feligreses”.
La festividad de noviembre, llena de bailes típicos y rituales ancestrales, reafirma la conexión entre la fe y la cultura en Bolivia, destacando la importancia de la Virgen de las Flores de Copacabana en la vida espiritual de sus devotos.
Via: Opinión