lunes, febrero 17
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El impulso de Dagmar Dümchen a la cultura boliviana hacia el Bicentenario

¿Qué trabajos has realizado últimamente en tu carrera?

He estado muy activa desde el asunto de la Alasita, en La Paz. Hace algunos años compuse un tema para esta actividad y tengo la oportunidad de relanzarlo una vez al año. Por eso, estuve involucrada en varias entrevistas y también recibí una invitación de la ciudad de El Alto para acompañar musicalmente la inauguración de la Feria de la Alasita. Hace unos días estuve grabando un videoclip de una composición mía que grabé el año pasado y que probablemente lance en febrero. Es una pequeña fusión; no es algo netamente folclórico, sino que tiene elementos de Tex-Mex y cumbia. El tema tiene un mensaje motivacional, ya que he notado que la gente se desanima por la situación y las circunstancias de la vida. Pienso que hay que motivarnos y no dejarnos llevar por la negatividad. Debemos lanzar un poco de energía positiva para ver el futuro con esperanza.

¿Cuál crees que es tu rol específico como artista de cara al Bicentenario, bajo la idea de lograr el reencuentro entre bolivianos?

Yo creo que la música siempre tiene un papel muy importante en poder verbalizar sentimientos. Nunca hemos utilizado la música como una herramienta política, sino como una forma de levantar la voz. Este Bicentenario es muy importante para impulsar a Bolivia, un país muy joven que aún tiene mucho por hacer y por trabajar. No debemos dejarnos llevar por la sensación de que todo está perdido, sino que tenemos que trabajar juntos para salir adelante.

Se espera que el Bicentenario marque un nuevo inicio en distintas aristas que componen al país. ¿Cómo se marcará esto en lo cultural?

Depende de cómo nos tomen en cuenta. Generalmente, cuando la economía baja, la cultura es lo primero que se deja de lado; y esta es una experiencia común a nivel mundial, no solo en Bolivia. En Alemania, he tenido muchas experiencias de este tipo. Las guerras han afectado a la economía mundial y esto lleva a que lo último en priorizarse sea lo cultural. Espero que se me tome en cuenta con mis propuestas y seguiré trabajando como una hormiga, lanzando material constantemente.

¿Cuál es tu visión respecto al potencial artísticomusical del país?

Bolivia tiene un gran potencial; sin embargo, creo que en los últimos años las propuestas se han enfocado mucho en copias y reediciones de temas antiguos que fueron éxitos en su época.

¿Qué opinas de las nuevas generaciones que buscan ser parte del movimiento cultural?

Muchos jóvenes piensan que ser artista es solo subirse a un escenario y hacer música. La realidad es que ser artista conlleva mucho más que eso. Los artistas de generaciones pasadas tuvimos que pagar derecho de piso y ganarnos un espacio. Hoy en día, con la tecnología y las plataformas sociales, nacen influencers de la nada, pero creo que es importante hacer una trayectoria y ganarse un lugar. Casos como el de Matilde Casazola, que toda su vida ha cantado solo las canciones que compuso, son para admirar. Me quito el sombrero ante esos ejemplos.

¿Qué recomendaciones les das a esos nuevos artistas que buscan sumarse a este mundo, y a las personas interesadas en consumir productos culturales nacionales?

Consumir, esa es una palabra muy importante. Hoy en día, esa acción se ha vuelto muy rápida gracias a las redes sociales y al “scrolling”. Creo que debemos tomarnos el tiempo de prepararnos, informarnos, escuchar y leer las propuestas culturales que se tienen en el país. No solo consumir por consumir, sino realmente interesarse por lo que se está haciendo.

¿Qué otros proyectos tienes para este 2025?

Estoy organizando una gira por Alemania, que será en los meses de abril y mayo. Luego, planeo realizar una nueva gira a nivel nacional y ver qué propuestas surgen para el Bicentenario. También tengo una invitación para presentarme en Sucre, que espero que se concrete.

¿Cómo toma la audiencia alemana la música folclórica que llevas a ese país?

Tengo la suerte de hablar el idioma, por lo que les explico el origen de las canciones, los ritmos y les cuento cómo es Bolivia. Eso genera mucho interés en ellos. Los hago “viajar” por todo el país y se interesan tanto que algunos incluso consideran visitarlo para conocerlo con sus propios ojos.

Via: Correo del Sur

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