viernes, diciembre 6
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Los cholets se transforman y migran a otras ciudades del país

Como los personajes que aparecen en varias de sus fachadas, los cholets se transforman y buscan más lugares donde prosperar, más allá de El Alto. En los últimos años este tipo de edificios han surgido en ciudades como Viacha, Cochabamba e, incluso, en los países vecinos como Brasil, Chile y Perú.

“Tiene que ver mucho con la migración y la prosperidad de los comerciantes aymaras, que cuando llegan a un nuevo lugar se llevan todo, incluyendo su cultura, sus tradiciones, su forma de vida y la forma de relacionarse con sus ancestros y gustos personales, además de ostentar su triunfo, y el cholet es la forma actual para lo último”, explicó Yolanda Salazar, comunicadora que realizó un estudio de este tipo de construcción.

Los diseños llaman la atención de propios y extraños. FOTO: EFEE

Así, Cochabamba ya cuenta con sus edificios, más modestos que los de El Alto, pero que cumplen con los requisitos: planta baja con tiendas, seguida de un salón de fiestas. En la parte alta está la vivienda, que le da el nombre a este estilo (una función de chalet con cholo).

“Tiene que ver mucho con la migración y la prosperidad de  los comerciantes aymaras, que cuando viajan se llevan todo”.
Yolanda Salazar

Los migrantes ya iniciaron trabajos en ciudades peruanas, brasileñas y chilenas, según reportes de medios locales.

600 cholets 
 es el número aproximado que existe en El Alto. Aún no hay datos en otras ciudades, puesto que la definición puede variar según el dueño y el arquitecto del edificio.

Es que este tipo de edificaciones cumple con diferentes funciones, desde lo económico hasta lo cultural e identitario. Son una forma de afirmar la pertenencia a un grupo cultural.

Vista del cholet Iron Man desde la línea Azul de Mi Teleférico. FOTO: Anahí Cazas / visión360

Construcción personalizada 
Para el arquitecto urbanista Alejandro Palomeque, los cholets o edificios transformers (llamados así porque emulan la estética y representan a personajes de la franquicia de ciencia ficción Transformers) son una forma de identificarse, ya sea con su ascendencia o sus gustos.

Hasta $us 2 millones 
puede llegar a costar levantar uno de los ejemplares más extravagantes de este tipo de arquitectura. Un monto fuerte, que se recupera con el uso comercial. 

“La búsqueda de identificación con motivos surgidos de la cultura tiahuanacota, por ejemplo, fue por el afán de mostrar pertenencia a una cultura y a un lugar específico: los Andes. Sin embargo, esos protocholets fueron encargados por una generación que no había asimilado los distintos íconos y estética, que surge de la animación y del cómic. Esto explica la actual alusión estética a Transformers, Iron Man, al anhelo marítimo al  tener un crucero suspendido a unos cuantos metros del suelo”.

Uno de los cholets en Cochabamba, en construcción. FOTO: X

La naturaleza personal se pone de manifiesto cuando se contempla su otra función: la ostentación. “No cualquiera puede financiar uno de estos edificios. Necesitas tener los recursos necesarios para poder hacerlo, por lo que las familias que los levantan los muestran como señal de su éxito”, agregó Salazar.

“Los protocholets fueron encargados por una generación que no asimiló los distintos íconos y estética, que surge de la animación y del cómic”.
Alejandro Palomeque

“Para las nuevas generaciones, la representación debe ser literal y debe transmitir los deseos más excéntricos del cliente”, considera Palomeque, destacando que esto funciona en El Alto y en Las Vegas.

Via: Vision360

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