Sábado, Julio 27
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‘Mamita’, ‘A Miami’: la historia de canciones de Kala Marka

A punto de cumplir 40 años de trayectoria y en puertas de presentarse en el mítico estadio Luna Park de Buenos Aires, Argentina, el vocalista y director del grupo Kala Marka, Hugo Gutiérrez, cuenta la historia de algunas de sus canciones emblemáticas.

En su recital en homenaje al Día de la Madre (Taykanurupa), ayer, la canción emblemática más anunciada fue Mamita, una inspiración para su madre Margarita fallecida en 2020, cantada en varias versiones. “El sol se levanta en el campo helado, con tu pollera usada por los años…”, dice la letra de la canción en ritmo de phuna, parecida al huayño.

En entrevista con La Razón Radio, Hugo recordó que esa canción la escribió cuando tenía 3 o 14 años, cuando acompañaba a su madre en las tareas del campo, en los alrededores del lago Titicaca. Es mi madre “quien me trazó la vida” y la canción se ha convertido en un ícono de nuestras presentaciones, dijo.

Con el tiempo, la canción se convirtió no solo en un himno a las madres, sino a las mujeres y a las niñas, y a la Pachamama. Es reclamada en cada presentación de Kala Marka (Pueblo de Piedra).

La canción Pastorcita tiene una llamativa introducción: un anciano tararea con voz aguardentosa una melodía de sus ancestros. También tiene su historia.

Gutiérrez contó que hace años, en Achacachi, su pueblo, un hombre se les acercó a él y a Rodolfo Choque. Nos dijo: “‘Quisiera cantarle algo que cantaba de niño’. Le salió la canción, teníamos la grabadora y lo grabamos. Sus melodías nos habían transportado a otro planeta”.

“Amar no es crimen ni pecado, Dios te puso en mi camino; llenaste de luz mi vida, pastorcita linda flor, bella flor”, dice el extracto de la pieza también en phuna.

Esa tarareada del abuelo nos “inspiró una sinfonía de melodías”; “ha sido la base de la canción”, cuenta el músico.

El tinku Cuando florezca el chuño es otra de las canciones emblemáticas, y muy solicitadas en las presentaciones de Kala Marka. Según dice Hugo, una joven le solicitó grabar la canción en otra versión y en ruso. Ya había sido grabada en Alemania, Francia y África.

Sin embargo, cuenta que la composición se inspiró en las jornadas de producción de chuño, fruto deshidratado de la papa muy común en la comida tradicional andina. “Todos los inviernos estábamos en el campo. Cuando el frío era intenso, a las 09.00 pisábamos chuño”, relata.

Mamita

Sin embargo, parafrasea a su madre como fuente de la letra de la canción. “Mi mamá, desde muy niño, nos decía que, cuando algo no funcionaba, será como cuando florezca el chuño”.

“Xumampi, nayampi, cuando florezca el chuño; qanway, noqaway, cuando florezca el chuño”, dice parte de la pieza. Es decir, contigo, conmigo, ¡nunca! En aymara y quechua, respectivamente.

Cuenta el vocalista que de pequeño solía ir con sus hermanos a acarrear agua de una umajalsu (vertiente de agua) lejos de casa, cerca del Illampu. Era una fue de aguas claras, el título de otro tinku, Aguas claras.

Es una canción de amor. “Que caminos nos trajeron para amarnos y casarnos juntos. Aguas claras serán los niños, yo seré padre dichos”, dice la letra.

Era nuestro afán diario “ir a ese lugar, de ahí nació la canción, de esas aguas cristalinas”, recuerda Hugo. Es “como una esperanza de un niño para cada padre. ¡Qué más lindo comparar eso con las aguas cristalinas y las estrellas”, dice.

En 2004, cuando la candidata boliviana a Miss Mundo Gabriela Oviedo quiso explicar sus orígenes, cuestionó que en el exterior digan que Bolivia es un país altiplánico. “La gente que no conoce muy bien Bolivia, piensa que todos somos indígenas (…) gente pobre y muy baja”, dijo en el concurso.

“Yo soy del otro lado del país; somos blancos, altos y sabemos inglés”, insistió.

Fue otra fuente de inspiración para Kala Marka. Cuenta Hugo que cuando el grupo estaba de gira por Europa se enteró de la noticia que causó la mujer cruceña. “¡Esta muchacha decía que en Santa Cruz hablan inglés, fue un golpe de racismo!”, cuestiona.

MINUTOS. Nació la canción en ritmo de morenada: A Miami. “Esa canción la he escrito en 10 minutos”, se jacta.

“Linda florcita blanquita, cándida amores; tus pasos baile de moreno vibran al bombo. Por sus besos y tu mirar caen los hombres; tu sonrisa, tur perfume, nunca se olvida”, dice la primera parte.

Aquí viene la respuesta a Oviedo: “Señorita habla inglés, vive en Santa Cruz; no se siente guaraní, ni aymara quechua. Fue elegida Miss Bolivia por su belleza; ahora tu vida será…”

¿Y por qué A Miami? Por la simple rima de ama sua, ama qhilla, ama llulla… a Miami.

“Tenía que ser toda la canción en francés, pero dije que no creo que entiendan; por eso la hicimos en castellano, un poco de inglés y francés”, admite Hugo.

La pieza se convirtió en el éxito del álbum Guardián del Amazonas, de 2006.

Gutiérrez cuenta que incluso la canción les permitió un galardón de la Alcaldía de Miami, adonde suele viajar el grupo. “El alcalde nos dio un galardón, como si fuese la canción de Miami”, sonríe.

Kala Marka nació en 1984. Está a punto de cumplir 40 años. Tiene 12 discos en su haber y más de 150 composiciones publicadas, entre ellas Pequeño Juanito, El Dorado, Jaguar, Ama Amazonas, Es así, He venido, Raíces y Florcita del Ande, entre decenas y decenas.

Gutiérrez dice que el grupo tiene “50 canciones en puerta”. Admite que es complicado para Kala Marka darse tiempo para grabar, que tienen que hacerlo “en los tiempos libres”. Tendrá tiempo libre en la primera semana de julio, a la vuelta de su gira por Perú, Argentina y Chile.

El show más publicitado es del estadio Luna Park, de Buenos Aires, el 20 de junio. Willka kuti se llama la presentación, como la canción que grabó en su último disco.

Luego de su presentación en el Teatro al Aire Libre de ayer, el grupo de 20 músicos, 500 kilos de vestimenta, 40 instrumentos de viento, ocho charangos o seis guitarras se va a Lima, Arequipa, Cusco, Buenos Aires, Jujuy y Santiago.

Vía. LA RAZÓN

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