La practicidad de su manejo y su bajo precio ha convertido a la salteña en un regalo fácil de comprar y llevar. Quizás por eso, se la vincula, ahora, con el Día del Padre, en bromas y memes en los que se dice explícitamente, que es el regalo más común en esa fecha.
Con esa idea, algunos periódicos ya publicaron notas respecto al Día del Padre, vinculándolo con la salteña. El detalle es que cometieron el mismo error de siempre: vinculan el origen de la empanada con la permanencia en Bolivia de la escritora salteña Juana Manuela Gorriti.
“La salteña pudo haber obtenido su nombre por la escritora argentina Juana Manuela Gorriti, quien las preparaba junto a sus hermanas cuando la familia Gorriti se vio obligada a emigrar a Bolivia en 1831, por la dictadura de Juan Manuel Rosas, dejando su tierra (Salta)”, publicó, por ejemplo, el diario cochabambino Los Tiempos en un artículo titulado “Desmitificando a la salteña: ¿Por qué es tan popular en el Día del Padre?”.
LA VERDADERA HISTORIA
En el libro “Una empanada llamada salteña”, presentado en 2023, en la XI Feria Internacional del Libro de Cochabamba, el investigador potosino Juan José Toro desmiente, explicando en detalle, cualquier relación entre Gorriti y la salteña, con excepción del gentilicio.
Explica que, en efecto, el apelativo de “salteña” fue asociado a la empanada de caldo, a partir de 1830 hacia adelante, debido a que muchas mujeres emigradas del norte argentino vendían empanadas en ciudades del sur de Bolivia, como Potosí, Sucre o Tarija, pero ninguna de estas era de la familia Gorriti. “Juana Manuela publicó un libro con recetas de cocina que le entregaban sus amigas y, en el prólogo de ese libro, ella confiesa que no sabía cocinar”, dice Toro.
De todas maneras, el apelativo de “salteña” es tardío, porque se remonta a 1830, mientras que el origen de esa empanada es anterior, entre los siglos XVII y XVIII. El recetario de Josepha de Escurrechea, en el que aparecen sus recetas originales, es de 1773.
Vía: EL POTOSÍ