miércoles, diciembre 4
Shadow

Fabio Zambrana hizo La bomba en una hora, el éxito expansivo dura 25 años

El 18 de noviembre de 1998 explotó La bomba, un éxito musical único hecho en Bolivia. La canción se realizó en una hora e ingresó al disco El Sapo al límite. Parece que no, pero ya ha pasado un cuarto de siglo.

La onda expansiva de La bomba también salvó la vida de Fabio Zambrana, el creador de la pieza. Ahora él se dedica por completo al mundo artístico, tiene un libro best seller en el país y no piensa detenerse. Todo eso lo cuenta en una exclusiva con Página Siete desde Estados Unidos, donde radica en la actualidad.

Ídolo desde kínder

Fabio Zambrana Marchetty nació el 6 de noviembre de 1963. Poco después de hablar, aprendió a cantar… y le gustó el escenario.

“Tengo fotos en el kínder Ana Barba cantando, tengo fotos en básico cuando yo tenía seis o siete años cantando”, explica el artista y compositor cruceño.

Sus primeras influencias fueron tres discos de vinilo de su madre, uno de Carlos Gardel, otro de Jorge Negrete y el tercero de Pedro Infante. “Yo escuchaba esta música que se me quedó en el corazón en mis inicios”, relata. En la radio escuchó y gustó de las canciones de Los Cambitas y el Trío Oriental de Santa Cruz; además de Los Kjarkas y Savia Andina. También escuchó algunas orquestas nacionales y quedó prendado del rock argentino.

Acabó la educación escolar en el colegio Marista y viajó a Estados Unidos. Él buscaba quedarse allá, pero fue deportado. Luego de tres años volvió del país de las oportunidades. Intentó hacer lo más fácil; dejar sus sueños y entrar a la universidad. Como era más soñador que realista, ingresó al grupo Zambia. “Representó para mí, mi primer trabajo como cantante. Yo entré al grupo Zambia en 1986 porque me di cuenta de que si quería ser cantante, tenía que cantar todos los fines de semana; para ser futbolista se aprende jugando al fútbol y a tocar guitarra se aprende tocando guitarra todos los días. La única opción que tenía yo para poder ser cantante era ingresar a una banda que ya tenga clientes, que ya tenga su red, que ya tenga tocadas”, dice.

El grupo Zambia amenizaba matrimonios, fiestas de quinceaños, eventos sociales y tenía su repertorio. “Tomé una decisión de vida, nunca más en el resto de mi vida iría a tener un trabajo que no sea la música. Tomé esa decisión en 1986 y ahora en el 2023 sigo firme”, sentencia.

Dobló la apuesta y se fue a Rapsodia, conjunto con batería y guitarra eléctrica que estaba más afín a Fabio. “Rapsodia significó para mí una época maravillosa de mi vida, donde yo pude cantar rock, que es uno de los estilos de música que más me gusta, pero económicamente no me fue muy bien”, confiesa Zambrana.

$!Fabio con Madelen Vivero en la grabación de un videoclip.

Azul

Zambia quedó como un grato recuerdo. Fabio estaba decidido a tener su banda y nació Azul Azul, en 1990. En su biografía oficial cuenta que ganaba cinco dólares la hora musical y de a poco se hizo de un espacio en el público cruceño.

Zambrana juntó sus primeros ahorros y se compró un estudio de música. En septiembre de 1995 Azul Azul firmó su primer contrato con la discográfica Musicanga. Un mes después salió el primer álbum, El corte de la banana.

De aquella época el tema Mamá no quiero comer más huevo obtuvo la preferencia del público, con una parte del video grabado en una granja. Con un ritmo pegajoso, la canción saltó las fronteras y llegó a Chile, Perú, Venezuela y México. Es una pieza que no se olvida y hasta ahora tiene un millón de visualizaciones en YouTube.

Otro salto llegó a la vida de Zambrana, pasó a ser parte de la disquera Polygram Latino. Azul Azul se presentó en Sábado Gigante y su Mamá no quiero comer más huevo se consolidó como un hit.

Por entonces, hubo un cambio más en su vida. En el video de Azul Azul, Zambrana estaba con un gorro que llevaba el emblema de Nueva York (NY); después en una entrevista nacional el cantante olvidó su gorro y compró uno en la calle, con la palabra Bolivia. Desde entonces éste es un sello del artista. Además, a Fabio le aconsejaron que era mejor no decir su lugar de preferencia; pero el artista cruceño es testarudo y muy boliviano.

$!Bolivia Band junto con el cantante cruceño que luce su tradicional gorro con la palabra Bolivia.

Una bomba salvadora

Luego de El corte de la banana, en 1995, había la expectativa por un nuevo álbum y era el turno de El Sapo, con 10 temas musicales. Sin embargo, la última pieza no acababa de cuajar, era una bomba en preparación.

“La bomba fue la última canción del álbum El Sapo que salió en el 98, fue la canción de relleno. Yo borré una canción que no me gustaba porque tenía muchas malas palabras y mi manager me reclamó y me dijo: ‘Oye, cómo la vas a borrar esta canción necesito que la vuelvas a grabar’ y yo dije ‘no’. Y entonces en 20 minutos compuse La bomba y en 40 minutos la grabamos, o sea, en una hora compuse y grabamos la canción que me salvó la vida económicamente. Hasta ahora Azul Azul sigue dando conciertos con esta canción. Todo gracias a La bomba hasta el día de ahora, el tema que hicimos en una hora prácticamente”, relata Fabio.

Biografía

1963

AÑO

del nacimiento de Fabio Zambrana, en Santa Cruz de la Sierra.

La bomba fue un hit, aunque Fabio había apostado sus fichas por otras piezas de El Sapo.

Las cifras hablan. La pieza tiene más de 16 millones de singles vendidos en el mundo; La bomba fue la canción latina número 1 del mundo, certificado por la revista Billboard, en junio de 2001. Ese mismo año, Azul Azul ganó el Premio Lo Nuestro.

Aquel 2001 fue inolvidable, durante la presentación de los Premios Lo Nuestro hizo bailar y sonrojar a Thalia. Bailó en el horario top argentino del programa El Show de Videomatch, conducido por Marcelo Tinelli.

En 2010 volvió a visitar a Don Francisco y así continuó de gira por muchos años. Tiene otro recuerdo, en 2016 durante una presentación de Quico en Santa Cruz (el personaje del Chavo del 8), Zambrana hizo bailar al comediante mexicano y Carlos Villagrán quedó muy feliz al cantar con el vocalista de Azul Azul.

La bomba fue cantada por otros artistas internacionales y, a pesar de los años no se olvida, su poder expansivo continúa.

Recuerdos, un libro y el futuro

Azul Azul tiene toda una historia detrás, Fabio elabora un documental del grupo y ya va ocho años preparando este material; eso sí parece que ya está en la fase decisiva.

Él es todoterreno y se atreve a enfrentar los retos. Por ejemplo, en 2015, incursionó con éxito en el mundo de las letras. Por entonces, él escribía Cómo ganar dinero con la música y la Editorial La Hoguera lo invitó a escribir su biografía. Decidieron hacer un libro doble. Recuerda: “Ese primer año que salió fue el libro más vendido de la Editorial La Hoguera en las ferias de Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Había largas filas de gente comprando el libro y gracias a Dios es un libro leído en todo el país”.

El libro tuvo tres ediciones físicas y todas se agotaron, ahora se vende de manera virtual.

Eso sí, Fabio es fiel a la música y sigue en la ruta. “Estoy dando conciertos. Acabo de ir a Perú a hacer un concierto maravilloso, ante 15.000 personas. Estamos volviendo a Perú en septiembre, tenemos un concierto en Colombia en agosto. Acabo de sacar una canción una versión Sinfónica de La bomba con una orquesta de niños de Santa Ana de Velasco y estamos programando un concierto en Santa Cruz”, cuenta.

El año pasado también fue ajetreado pues dio 10 conciertos en Europa y alista un evento similar para el 2024. “Gracias a Dios hay, hay mucho trabajo y se vienen cosas grandes”, comenta.

2008

FECHA

de creación de La bomba, la última pieza del álbum El sapo.

$!Gentileza Fabio Zambrana

Así como en su vida, Fabio espera que a Bolivia le vaya bien. Él apuesta, desde su arte, a la unidad del país. “Definitivamente la música sirve para unir un país, así como una música también puede servir para dividir a un país todo depende de qué tipo de letra tiene y de que cuál es la intención del compositor y de la banda. Yo creo que mi música siempre ha unido al país, tengo la bendición de que me quieren en todo el país en los nueve departamentos y eso es algo que yo le agradezco a Dios y le agradezco a todos los bolivianos”, afirma.

Cuando se le dice a Fabio que le explique a un niño quién es Fabio Zambrana, se adivina una sonrisa en su rostro. “Le diría que Fabio Zambrana sigue siendo un niño, le diría que no hay que perder nunca ese niño que tenemos interiormente. Le diría que la vida es muy difícil, es complicada, pero también que la vida es hermosa… le diría que no deje de soñar nunca, lo que se desea se puede lograr”.

Él es ejemplo de lo que predica, siempre deseó ser músico y triunfar. Hizo La bomba en una hora y su éxito tiene una onda expansiva que ya lleva 25 años.

“Tomé una decisión de vida, nunca más en el resto de mi vida iría a tener un trabajo que no sea la música”.

Fabio Zambrana

En una hora compuse y grabamos la canción (La bomba) que me salvó la vida económicamente”.

Fabio Zambrana

Vía: Página Siete

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