Sábado, Julio 27
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Marcos Puña: “La música boliviana es bella y tiene riqueza, pero no ha evolucionado”

Al hablar sobre la identidad de la música latinoamericana, el reconocido guitarrista Marcos Puña opinó que la boliviana no ha evolucionado por no atreverse a experimentar como se viene haciendo en Argentina o Brasil.

El músico orureño, ganador de varios concursos en España, Uruguay y Bolivia, entre otros, visitó el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.

Con “un viaje por la música latinoamericana, española y boliviana”, el guitarrista inició su participación con Kollavina, que Eduardo Caba dedicó a su hija.

Al hablar sobre sobre el compositor, Puña dijo que Caba “es uno de los lunares que felizmente ha sido valorado en vida”.

En la entrevista recordó que, en Argentina se publicó Aires Indios en partitura y que tenía un roce internacional muy importante. “El famoso Aire Indio 5 fue estrenado por Ricardo Viñes, uno de los más grandes pianistas de ese tiempo”, dijo.

Así también, “curiosamente, los entendidos en la materia como Mariana Alandia y Javier Parrado que hay dado a luz nuevas obras de Caba. Dicen que no era muy interesado en difundirse, y que, si su obra tenía valor, caminaría sola”.

Además de ser profesor de guitarra, Puña hizo dos posgrados en Barcelona, y a fines de los años 90, en Uruguay, el músico boliviano fue alumno de Abel Carlevaro, creador de una nueva escuela de guitarra clásica.

Experimentar

“Análisis y pensamiento. El ser pensador, eso pienso que nos ha contagiado a todos sus discípulos. Carlevaro se hizo famoso porque no le gustaba que el guitarrista haga muchos ruidos de deslizamiento con los dedos en las cuerdas”, comentó sobre las características que considera que heredó de su maestro.

“Haber sido su alumno fue un honor gigante, considerando que es uno de los mojones más importantes de la historia de la guitarra y es el maestro más relevante de la historia de América”, resaltó.

Sobre si hay una identidad propia en la producción latinoamericana de la guitarra acústica, el virtuoso guitarrista afirmó que “la música boliviana es tan bella y tiene tanta riqueza, pero no ha evolucionado tanto a la par de Argentina o Brasil, que son potencias, que han hecho florecer y amalgamado la producción de la guitarra”.

Dio como ejemplos a Alfredo Domínguez, adaptaciones de Eduardo Caba, transcripciones de Fernando Arzuz y Augusto Bleichner. “Son cuatro, en Argentina tienen 50”, comparó.

En su criterio, esa comparación se debe a que en lo musical se debe tener una mente abierta. “A veces cerrarnos y solo hacer modelos más básicos de la música folklórica, como ha sido desde hace muchos años, no nos va a ayudar a evolucionar”, sostuvo.

Apuntó que hoy en día, si se le da importancia a que un mejor arte es el más complejo, con más voces y diversidad de texturas, se tendría que aceptar que es un modelo más “primario”. Pero, que fuera de eso hay mucho más por experimentar.

“La música boliviana, por parte de los creadores, sería maravilloso que evolucione. Experimentando no en ritmos, sino en armonías y sonoridades que le den caras distintas”.

Exponentes

Aunque aceptó que hay notorias excepciones, se refirió a que compositores de la guitara que son talentos fenomenales, “simplemente por meterse con la ultravanguardia, de que es música contemporánea, que la entiende con facilidad un círculo de especialistas en la materia, se han compuesto en los 90 y después nunca más se las ha tocado”. Ello, debido a que no es motivador para el intérprete ni para el oyente.

Mientras que, en países vecinos, “creadores de nueva música están teniendo un éxito tremendo, parecido a lo que hizo Piazzolla en su tiempo. Y Bolivia juega un rol donde no ha tenido mucha suerte y vale la pena que se abran a las posibilidades en la nueva creación”.

El musico prosiguió con su participación con un tema del compositor brasileño Dilermando Reis titulada Si ella pregunta.

La conversación en el programa —que se emite vía streaming y a través de la red DTV—, continuó sobre la opinión de Puña sobre Cergio Prudencio y la Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos (OEIN).

“La labor de Prudencio es de las más importantes de Bolivia, y la OEIN, han sabido experimentar e ir por fuentes maravillosas. En el campo de la guitarra, Prudencio hizo tres obras de cámara para guitarra y ha sido de los mejores frutos”, valoró.

Puso como ejemplo la música de Para recibir el canto de los pájaros, cuya línea tiene calidad y a la vez, puede gustar a todos.

“El problema de la música erudita es que piensan que es mejor cuando el más común de los mortales no la puede entender. Tiene que ser algo complejo, solo así es bueno”, dijo respecto a esa barrera.

Asimismo, en lo popular destacó a grupos como Khonlaya, Altiplano y Wara. Finalizó su visita con música española, en la interpretación de La danza del molinero de Manuel de Falla.

Vía: La Razón

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