En los últimos años, la ancestral práctica del tinku se ha trasladado a ciudades como Oruro y Cochabamba, adoptando el nombre de Runa Tinku, la unión de dos palabras quechuas que significan hombre y encuentro, lo que se traduciría como “encuentro de hombres”.
Así, la población toma escenarios deportivos como estadios zonales para los enfrentamientos a puñetazos y chicotazos para medir fuerzas o resolver conflictos.
La actividad surge por la presencia de jóvenes, hombres y mujeres, migrantes de Potosí, Oruro y algunas provincias de Cochabamba, que buscan revalorizar sus costumbres y afirmar su identidad a través del tinku, adaptándolo a su contexto actual y a su propia moda, considera el investigador Luzgardo Muruá.
Los combates son voluntarios, equitativos y regulados por grupos organizadores que actúan como árbitros y mantienen el orden. El que quiere pelear acude y busca su contrincante. Los que ofician de jueces velan para que los rivales reúnan las mismas condiciones, por decir, estatura, edad, corpulencia.
Según los organizadores, no se trata de una violencia desmedida, sino de un deporte con reglas y límites, que se realiza con guantes, monteras y otros accesorios típicos.
La actividad se ha visto empañada por denuncias de muertes violentas y excesos, como violaciones, entre otros. Sin embargo, la popularidad sigue creciendo y también se desarrolla en localidades del trópico de Cochabamba.
Actualmente, en los encuentros participan tanto hombres como mujeres y hasta niños, claro que cada uno se enfrenta con un contrincante de su misma edad, género y tamaño, siguiendo las reglas establecidas.
El surgimiento y popularidad de Maju Rioja
La figura de Maju Rioja (cuyo verdadero nombre es Juan Carlos Rioja Mamani), el peleador que se hizo famoso tras lograr triunfos en el afamado takanakuy peruano, es una de las principales del Runa Tinku.
Su fama creció, además, a través de las redes sociales, donde acumula miles de seguidores.
Maju Rioja en el festejo de su primer aniversario como peleador. Foto: APG.
El takanakuy, es la práctica ritual del Perú, muy similar al tinku que se inició en las alturas del Cusco e incluye las patadas. Surgió durante la Conquista, cuando los hacendados españoles disfrutaban viendo enfrentarse cuerpo a cuerpo a sus esclavos africanos vestidos como gallos de pelea.
Junto a él, surgieron varios nombres de peleadores que también ganan fama entre la población boliviana y se enfrentan en diferentes encuentros durante el año, no solo en mayo, como era la costumbre del tinku. Así, entre los pioneros se considera al cochabambino Cristian Calizaya. Calizaya fue el primer promotor de todo el movimiento de luchadores y quien abrió las puertas en el plano internacional para el resto de deportistas, como Rioja.
El año pasado, el luchador potosino, apodado “Puños de Piedra”, fue condecorado por el Ejército de Bolivia.
En ese entonces, contó que aprendió todas sus habilidades de manera empírica. “Cada fiesta, cada domingo en Cochabamba y en el Trópico, iba y practicaba. Desde mis 15 años iba a fiestas donde peleaban”, relató.
Rioja ha ganado varios enfrentamientos en esta disciplina, venciendo a competidores extranjeros y recibiendo el apoyo de sus seguidores en muchos lugares del país y el mundo. Los videos de sus peleas son virales en las redes sociales.
Su más reciente encuentro contra un luchador de MMA, Miguel ‘El Fenix’ Rosales. El potosino perdió, pero aseguró que se vio motivado a prepararse más. Adelantando que se vendrán más encuentros, manteniendo la popularidad del runa tinku a nivel nacional e internacional.
Via: Red Uno