En el sur de Bolivia, la encantadora ciudad de Sucre se revela como un auténtico paraíso gastronómico, cautivando los corazones de los lugareños y los visitantes que llegan de todos los rincones del país y del mundo.
Entre sus calles históricas y arraigadas tradiciones, Sucre aspira a convertirse en el epicentro culinario de Bolivia, potenciándose con pasión hacia la conmemoración del Bicentenario.
Marianela Valda Domínguez, presidenta de la Asociación de Chefs de Bolivia Filial Chuquisaca, es una apasionada defensora de los sabores únicos de la región y se entrega incansablemente a la promoción y difusión de esta riqueza gastronómica.
La diversidad de sus tierras, desde los llanos hasta las alturas, pasando por valles y trópicos, provee a Chuquisaca de una variada gama de ingredientes que dan vida a platos excepcionales y auténticos, con sabores inigualables.
Entre las delicias culinarias que resaltan en Sucre, encontramos el célebre Ckocko de pollo, la aromática cazuela de maní, el exquisito mondongo sucrense y el renombrado chorizo chuquisaqueño, cuya fama ha trascendido fronteras para conquistar paladares en todo el mundo.
La oferta culinaria no se detiene allí, pues incluye otras maravillas como el picante de lengua, el picante de pollo, el picante de cola y la deliciosa sullka, entre muchos otros manjares.
Los chefs de la región trabajan con dedicación para rescatar y realzar estos sabores autóctonos, asegurando siempre la máxima calidad e higiene en cada platillo que ofrecen.
La versatilidad de la gastronomía sucrense es tal que incluso han logrado dominar la preparación del ají dulce de Padilla, satisfaciendo así a aquellos que prefieren sabores más suaves, como los niños.
El apoyo del sector público se ha convertido en un pilar fundamental para la promoción de estos sabores que definen la identidad culinaria de Sucre.
Edwin Flores, presidente de la Federación de Empresarios Privados, destaca la importancia de posicionar a Sucre como el destino gastronómico por excelencia, bajo el lema “Sucre, Una parada gastronómica del país”. Invita a las familias a disfrutar de la comida y los sabores en el contexto arquitectónico colonial, donde nació Bolivia.
El 6 de agosto de 2025, en el marco del bicentenario de la independencia de Bolivia, se vislumbra una oportunidad única para mostrar al mundo la riqueza gastronómica de Sucre y su evolución como una próspera industria, destacando especialmente en el ámbito del chocolate.
La Cámara Hotelera, la Cámara de Industria Comercio y Turismo (CAINCO) y otros actores clave se unen a esta iniciativa para promover estos sabores y atraer a paladares exigentes de todas partes.
Incluso la comida callejera, con su encanto particular y el distintivo apelativo de los “k’arapanzas”, aquellos que se enorgullecen de su amor por la comida, contribuye a la identidad culinaria de la ciudad.
Se busca mejorar las condiciones para enriquecer la experiencia gastronómica de los visitantes y seguir resaltando la cultura de la comida callejera.
En definitiva, Sucre se erige como un destino gastronómico imperdible, tanto para los bolivianos como para los extranjeros. Con una oferta variada y exquisita, respaldada por los esfuerzos de los chefs y el apoyo de las instituciones locales, este destino está listo para cautivar a todos aquellos que deseen sumergirse en la riqueza de los auténticos sabores bolivianos.
Un viaje culinario que celebra la esencia y el sabor de Bolivia en cada bocado.
Vía: ERBOL